Una de las ideas que está implantada en la calle y en gran parte de los foros periodísticos y políticos es que las políticas del Gobierno del PP no están cumpliendo con las expectativas del ejecutivo. Y es que todas las reformas realizadas por Rajoy y su equipo están generando más paro, más desprotección social, mayor empobrecimiento y pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos, el deterioro de los servicios públicos, el aumento de la deuda pública y sobre todo el incremento del miedo entre los ciudadanos ante la situación que se nos presenta.
También han conseguido ofrecer una imagen de lo público como un dispendio económico, como un monstruo que engulle el dinero de todos, que funciona mal y cuyos trabajadores viven muy bien y son unos vagos privilegiados. Esa imagen allana el terreno para lo que han legislado después: ERE´s en el sector público, reducción de sueldos y privatizaciones en favor de empresas privadas (quizá empresas de las que aparecen en la contabilidad "B" del PP que manejaba Bárcenas...).
Todo ello para reducir la deuda pública y mejorar la "competitividad" de la economía española. Por un lado, una deuda pública ilegítima que proviene en gran medida por los rescates a la banca realizados por los gobiernos del PSOE y del PP. Unos rescates que no han tenido ninguna repercusión positiva en el crédito a familias y pequeñas empresas. Una deuda, que además, sirve de coartada para los despidos y rebajas salariales en el sector público así como para la privatización de sectores muy golosos para empresas e inversionistas: sanidad, educación, pensiones...
Por otro lado, respecto a la mejora de la "competitividad", pues sí, suena muy bien decir que hay que ser "competitivos" en el mercado internacional y nadie se opone a ello; la cuestión es que lo que se esconde detrás de esa "competitividad" es la reducción de los sueldos y el despido libre. No es mejorar la "competitividad" mejorando el producto que se va a vender, sino reduciendo el coste de la mano de obra que lo produce y por tanto empobreciendo a los trabajadores. Se trata de atraer a las empresas que llevan su producción a países con mano de obra barata, es decir, se trata de que los costes de producción sean parecidos en España que en Rumanía, Ucrania, etc.
Así que podemos afirmar con rotundidad que las reformas del PP están dandos los frutos que se esperaban de ellas y para los cuales se llevaron a cabo. Lo que ocurre es que no estaban diseñadas para mejorar la vida de los ciudadanos sino para favorecer a unos intereses de clase, de la clase dominante. No cabe ninguna duda de que el Estado es, como señaló Marx, un medio de opresión de una clase sobre otra y esa opresión no tiene por qué ser a base represión policial (que también, doy fe) sino que es una opresión que aparece publicada en el BOE en formato Ley...