Tenía pensado pasar del tema, hacer boicot al debate bipartidista. Ese debate que nos ha costado más de medio millón de euros, incluídos 18.000 € en catering (se habrán hinchado a caviar a nuestra costa), no me atraía lo más mínimo (promesas, promesas, reproches, usted más, más promesas, más reproches...). Pero al final, uno piensa que hay que hacer de tripas corazón y aunque sea con una pinza tapándose la nariz decidí echar un ojo al citado debate.
Allí estaba el monstruo de dos cabezas. Rajoy y Rubalcaba, el PPSOE, Rubaljoy, las dos caras del partido omnipresente tratando de arañar votos en un debate destinado a perpetuar el bipartismo, el pensamiento único disociado.
Es difícil bailar diferente cuando suena la misma música, pero ambos han conseguido lo que querían. Primero: perpetuar la idea de que "o uno o el otro". El PP o el PSOE. No miren más allá, ¡no les vaya a dar vértigo! Segundo: poner de manifiesto la mediocridad de su rival. Rubalcaba ha sabido mostrarnos que Rajoy no se atreve a decirnos cuáles son sus propuestas, que trata de esconder, bien por miedo a movilizar al electorado de centro izquierda o bien porque las propuestas del PP son en el fondo las mismas que las que ha estado realizando el PSOE y ellos tanto han criticado. Por su parte Rajoy ha sabido destapar el discurso de Rubalcaba: "creed lo que digo y no lo que hago". Rubalcaba parece que se quiere convertir en adalid de la defensa de la clase trabajadora, de los empleados públicos, de los pensionistas, de los sindicatos, el azote de los bancos y del empresariado. Justo todo lo contrario de lo que ha hecho en su labor como hombre fuerte del Gobierno de Zapatero (recortes, congelación de pensiones, reducción del salario de los empleados públicos, reforma laboral de espaldas a los sindicatos, inyección de dinero público a la banca, eliminación de impuestos de patrimonio y reducción del de sociedades, subida del IVA, etc).
Especialmente desagradable fue escuchar a Rubalcaba hablar de una reforma de la Ley Electoral para dar mayor proporcionalidad y la posibilidad de listas abiertas, cuando no hace ni 3 meses que se aprobó una reforma de dicha ley, en la que nada de esto se recogía, y en la que se descartaron todas las propuestas de IU sobre listas abiertas y mayor proporcionalidad en la representación. En fin, un despropósito.
Ambos han dejado sin responder las preguntas directas que les ha hecho su oponente. Rajoy no ha querido responder a las interpelaciones de Rubalcaba sobre los convenios de las PYME´s ni sobre un posible recorte del subsidio de desempleo, mientras que Rubalcaba se zafó de responder ante la inquisición de Rajoy sobre los datos de la UE en los que se recoge que durante el Gobierno del PSOE las diferencias entre ricos y pobres han crecido más que en los Gobiernos de Aznar, y que sólo Letonia, Estonia y Rumanía tienen, dentro de la UE, una tasa de desigualdad entre ricos y pobres más alta que España.
Teletienda, márketing, nada nuevo. ¿Quién ganó? El bipartidismo. ¿Perder? perdió la democracia.