martes, 31 de marzo de 2009

VENEZUELA Y EL SISTEMA ELECTORAL ESPAÑOL

Resulta, cuanto menos, curioso escuchar lo que dice la gente en la calle, reproduciendo lo que les llega desde los medios de comunicación (ninguno aséptico), acerca de la manipulación de la democracia que se hace en Venezuela. Se dice que Hugo Chávez planteó un referéndum para aferrarse indefinidamente al poder, que modifica la Constitución para poder ser Presidente ad infinitum. Esto se presenta como la perversión de la democracia y la conversión de Venezuela en una dictadura autocrática.

Por otro lado están los que dudan de la legitimidad de las elecciones venezolanas afirmando la existencia de "pucherazo o manipulación", lo hacen desde España y sin ninguna prueba mientras que todos los observadores internacionales (ninguno sospechoso de ser chavista) ratificaron la limpieza de los comicios. Parece ser que la visión que los mass media nos ofrecen del Gobierno de Chavez es tan sesgada y negativa que damos por hecho que nadie en su sano juicio le votaría como Presidente (y ya lleva varias victorias en las urnas). Sin embargo los logros sociales y económicos de la Revolución Bolivariana están llevando a los venezolanos a confiar en su Presidente. Pero no es mi intención entrar a valorar la situación de Venezuela, que ya lo haré en próximas fechas, sino que quiero utilizar las críticas que se hacen a la reforma de la Constitución Venezolana para compararlas con el sistema español, el cual casi nadie se plantea.

Decía anteriormente que resultan curiosos los comentarios que la gente hace sobre la democracia venezolana ¿Y por qué me resulta curioso? Pues por el hecho de que dicha modificación en la Constitución Venezolana viene a equipararse con lo establecido en la Carta Magna Española. La modificación realizada por el Gobierno de Hugo Chávez, y aprobada por mayoría absoluta por el pueblo venezolano, lo que viene a hacer es eliminar la limitación a dos legislaturas de todos los cargos electos de Venezuela (alcaldes, congresistas, senadores y presidente de la República). En España no existe ese límite a dos legislaturas, de hecho Felipe González, estuvo tres. Aznar decidió no presentarse a una tercera legislatura, pero podía haberlo hecho. Zapatero aún no lo ha decidido. En otro nivel tenemos a Manuel Chaves, que lleva más de 20 años al frente de la Comunidad Andaluza, y cuánto estuvo Fraga, y Bono...

Hay que tener en cuenta que la reforma aprobada en Venezuela no se limita al cargo de Presidente sino a todos los cargos electos, muchos de ellos opositores de Hugo Chávez. En lugar de decir que "Hugo Chávez puede presentarse indefinidamente a las elecciones", lo cual es cierto, la prensa dice: "Hugo Chávez aprueba la reforma constitucional para ser presidente indefinidamente", lo que supone una gran mentira o ¿quizá los medios de comunicación dan por hecho que Chávez va a ganar todas las elecciones a las que se presente?


Volviendo al caso español. Hemos visto como los cargos electos pueden seguir presentándose indefinidamente, pero ¿y el Jefe del Estado? El Rey. ¿Cuántas veces se puede presentar a mantener el cargo? ?Cuántas legislaturas puede estar en el poder? ¿cada cuánto tiempo el pueblo le elige? Qué ironías. Si resulta que aquí no se elige al Jefe del Estado, ni tiene ningún límite... bueno, sí hasta que muera y le pase el cargo al hijo. Esto sí que es democracia y no lo de Venezuela.

Y si nos metemos a hablar de la democracia en España podríamos hablar de la forma en la que se eligen los parlamentarios. El Parlamento es la representación del pueblo, pero muy poca gente sabe cómo se eligen a los parlamentarios, de hecho gran parte de la población afirma que ellos al votar eligen al Presidente. Esto es falso ya que la gente a quién vota es a los diputados y son éstos los que eligen al Presidente. O acaso aquellos que no viven en Madrid han podido votar a Zapatero, a Rajoy o a LLamazares. Parece ser que la gente no lee la lista de a quién vota, ven el logotipo del partido elegido y ya está. Quizá haya quien piense que esto es irrelevante, ya que los diputados elegido votarán al cabeza de lista por Madrid (ZP, Rajoy, etc), pero que se lo pregunten a Rafael Simancas, a Esperanza Aguirre o a Tamayo y Bermúdez...


Por otro lado y lo que resulta más importante y más vergonzante: se supone que el voto de cada ciudadano tiene el mismo valor. Sin embargo vemos como partidos con 300.000 votos tienen 4 veces más escaños que otros que obtienen 1 millón de votos. Vemos también como tanto el PP y como el PSOE necesitan tan sólo 63.000 votos para conseguir un escaño, mientras que IU necesita 500.000 (¡¡casi diez veces más votos!!). Lo más triste es que esto no lo sabe la mayoría de la población y a quién lo sabe, le da igual. La Ley Electoral española, basada en la proporcionalidad de la Ley D´Hont y la circunscripción provincial, supone una clara perversión de la democracia. No sólo la sufre IU (la más perjudicada) sino que otro partido como UPyD, de Rosa Díez, debería tener unos cuantos diputados más en función de los votos obtenidos. Los votos de los españoles así lo quisieron. Es muy triste y vergonzante decirlo, pero en España hay cientos de miles de personas que acuden a las urnas con la certeza de que su voto no sirve, simplemente no cuenta.