viernes, 30 de julio de 2010

SOBRE EL DEBATE DE LAS CORRIDAS DE TOROS

Parece que el debate sobre la tauromaquia ha salido a la calle. Sin embargo hay quien pretende politizar el asunto con aspectos identitarios catalanistas y españolistas, olvidando que en otras comunidades, como las Islas Canarias, las corridas de toros llevan prohibidas desde 1991.

La prohibición de las corridas de toros no es un debate Cataluña vs España, sino que debe centrarse en lo que es la tauromaquia: ¿deben las tradiciones culturales prevalecer sobre el sufrimiento y la vida y la muerte de un ser vivo? He ahí el debate, el cual no debe quedarse sólo en la sociedad catalana o canaria sino que debe extenderse a toda España. En mi opinión hay algo muy sencillo: lo tradicional, lo "artístico" y lo "cultural" no puede estar por encima del dolor y el sufrimiento de un ser vivo.

Cataluña ha tomado una decisión y lo ha hecho de una forma ejemplarmente democrática: ha sido el pueblo el que a través de una Iniciativa Legislativa Popular (180 mil firmas) ha generado el debate, el cual ha sido recogido por los representantes de los ciudadanos. El Parlamento Catalán ha citado a expertos que defendieran ambas tesis (protaurinas y antitaurinas) desde toreros, apoderados, veterinarios, empresarios del mundo del toro, ecologístas, etc. Se ha generado un debate profundo y tras tener todos los puntos de vista, el Parlament ha votado en consecuencia.

Las tesis de los protaurinos muchas veces son bastante populistas y tienen cierta aceptación entre la gente y se repiten como si de mantras se trataran, pero no resisten el mínimo rigor argumental. Copio aquí el breve argumentario de Ignacio Escolar (ex director de Público) en el que destroza en un momento las tesis protaurinas y que publicó en el diario Público. No tiene desperdicio.

"6 mentiras taurinas, 6.
Por orden de aparición en cualquier discusión sobre lo poco apropiado que resulta definir como “fiesta nacional” a una bárbara tortura animal:

1. “Es una tradición”. Es una falacia clásica, también conocida como argumentum ad antiquitatem. Que algo sea antiguo no significa que sea bueno. La prostitución, la tortura o la esclavitud son tradiciones aún más viejas que la tauromaquia.

2. “Sin corridas, el toro de lidia se extinguiría”. Bastaría con que los ayuntamientos gastasen en reservas naturales una cuarta parte de lo que hoy emplean en subvencionar la tortura animal para evitar tal drama. El lince ibérico también está en peligro de extinción, y nadie defiende que la solución sea torearle.

3. “El toro no sufre”. Hay un veterinario, jaleado por el lobby taurino, que dice haberlo demostrado científicamente por medio de unos misteriosos microchips, que ha implantado en algunos toros. De momento, su importante descubrimiento sólo ha sido publicado por la prestigiosa revista científica 6 toros 6. Ya que su investigación está tan avanzada, le recomendaría que probase ahora con humanos. Si no encuentra voluntarios, cosa probable, que empiece él mismo con las banderillas.

4. “También se mata a los terneros”. Pero el ternero, según la ley, debe ser sacrificado con el menor dolor posible, y al toro se le tortura. En Catalunya, la ley de maltrato animal recoge a los toros de lidia como excepción. Si toreasen a una oveja, incurrirían en un delito penado con cárcel.

5. “Es una pelea de igual a igual entre el hombre y el toro”. ¿Igualada? No hay más que ver cómo suele quedar el marcador.

6. “Los que quieren prohibir los toros son independentistas catalanes, contrarios a la fiesta nacional”. Pues yo vivo en Madrid y nací en Torresandino, Burgos".

Por otro lado, es curioso escuchar a los políticos del PP (y varios del PSOE y del PSC, incluído el Presindent Montilla) argumentando que debe haber libertad de elección. "Al que le guste la tauromaquia que vaya a los toros y a los que no les gusten, que no vayan", dicen. Incluso desde el PP afirman que van a recurrir la decisión del Parlamento Catalán porque va en contra de la libertad que recoge la Constitución y contra la creatividad artística (¡!)… Es un argumento de risa, aunque el otro día en un bar puede escuchar la misma argumentación: “pues si no te gustan los toros, pues no vayas, pero no hay por qué prohibirlos… a mí no me gusta el fútbol y no lo veo”. La cuestión es ética y no se resuelve mirando para otro lado, no molesta el verlo, sino el que exista. Recuerda a cuando Aznar dijo que por qué le iban a quitar la libertad de tomar unos vinos antes de conducir, la libertad de rebasar la velocidad de circulación, etc...

Miguel Cabrera, diputado del PP canario (PP y canario, nada que ver con independentismos ni radicalismos izquierdistas) ha sido claro:. "No se puede usar ni abusar del concepto de libertad para amparar una salvajada o una crueldad con los animales y creo que es un grave error [por parte de la dirección del PP] usar el término libertad para amparar una salvajada como son los toros” y ha añadido que él individualmente siempre estaría "a favor de que desaparezca cualquier espectáculo cruel o sangriento con los animales".

Una cosa está clara: la libertad se puede restringir y dicha prohibición es garante de la libertad de los demás (sino no se penalizarían los delitos, ni crímenes, etc amparándonos en que hay libertad para cometerlos…). La cuestión es si los animales tienen que tener un mínimo de derechos, y considero que en una sociedad supuestamente democrática debe existir un respeto por los seres vivos. Una cosa es el alimento y otra el escarnio. Como decía Ignacio Escolar en su artículo está prohibido “torear” un ternero o un cerdo, aunque luego se utilice para comer. La matanza de animales para consumo humano está regida por el principio de sacrificio con el menor dolor posible. El toreo es un escarnio y tortura para el animal. Y además no sería la primera prohibición de prácticas tradicionales aberrantes, ya que también se hizo con el lanzamiento de cabras desde los campanarios en las fiestas de los pueblos.

Como señalaba recientemente Eberhard Grosske (IU) en un genial y gracioso artículo equiparando la abolición de la tauromaquia en Cataluña con una supuesta abolición de las luchas de gladiadores en la Catalonia romana, en la que al final un romano defensor de las luchas de gladiadores afirmaba: "algún día, os lo puedo asegurar, dentro de mil o mil quinientos años, la gente echará su vista atrás y se preguntará consternada: ¿cómo pudieron aquellos brutos de romanos prohibir las peleas de gladiadores?". Al igual que ese romano se equivocaba, se equivocan los que hoy quieren mantener la infame tradición de la tauromaquia, ya que las sociedades futuras considerarán una aberración lo que se hacían con los toros en pleno Siglo XXI.

lunes, 26 de julio de 2010

IÑAKI GABILONDO, SIN TAPUJOS: "VIVIMOS EN UNA DICTADURA"

Iñaki Gabilondo ha sido claro: "incluso los ojos que no querían ver han tenido que darse por enterados: somos súbditos de los mercados, es decir, el régimen en el que vivimos es una dictadura, una dictadura muy particular disfrazada con ropajes de democracia: pero una dictadura. Los Estados, los representantes de los ciudadanos y la mayoría de nosotros, los ciudadanos, fingimos no darnos cuenta..."


Caos-emergente.blogspot lleva desde su inicio compartiendo esta opinión. Opinión que coincide con la de diversos grupos de la izquierda (sigo sin considerar izquierda al PSOE, básicamente porque no lo es...). Por eso me alegra comprobar que personas como Iñaki Gabilondo, siempre ligado al PSOE y a un grupo empresarial como PRISA (grupo claramente anti comunista, incluso más que otros periódicos de la derecha), se haya atrevido a decir esta clamorosa verdad en directo. Vivimos en una dictadura en la que se permite gobernar a conservadores/liberales y a socialdemócratas, siempre y cuando todos realicen las mismas políticas económicas. Es curioso observar las discusiones entre PP y PSOE que vienen a ser así:

-PP: las medidas del PSOE son negativas
-PSOE: las medidas que tomamos son las mismas que ha tomado Alemania y Francia. EL PP no tiene propuestas. Nosotros defendemos los intereses de los trabajadores, no como la derechona de toda la vida.

Desenmascarándoles la discusión podría ser la así:

-PP: las medidas del PSOE son negativas
-PSOE: pues son las mismas que hace la derecha europea (Alemania y Francia). El PP no tiene programa.
-PP: sí que tenemos programa: el mismo que vosotros estáis llevando a cabo... y que el de Alemania y el de Francia.


Desde este pequeño blog quizá leído por poco más de 5 personas, nos congratulamos de que Gabilondo haya difundido nuestra misma opinión ante millones de teleespectadores. Bien sabe él cómo funciona el sistema pues lleva 30 años codeándose con todos los líderes políticos y económicos del país, incluso tiene una hermano actualmente Ministro de Educación. En las comidas familiares, ¿el propio Ministro Ángel Gabilondo afirmará lo mismo?. El propio Iñaki Gabilondo lo afirma: " es una dictadura y los propios Gobiernos lo saben...". Ahora sólo queda que los espectadores/ciudadanos recojan el guante y actuen en consecuencia.

jueves, 8 de julio de 2010

SOBRE LA POLÉMICA ENTRE ALEJANDRO SANZ Y JORGE LORENZO

Alejandro Sanz criticó recientemente al motociclista Jorge Lorenzo por no ponerse la camiseta de la selección española tras vencer el GP de Cataluña. La polémica servida: Jorge Lorenzo contesta que en Cataluña ponerse la camiseta de España puede ser malinterpretado como una falta de respeto. Hay que destacar que Lorenzo cuando gana suele sacar la bandera española y dar la vuelta de honor con ella. Lorenzo además añade algo que tiene bastante sentido: "¿Por qué debería ponerme yo una camisa de la selección de fútbol si cuando los futbolistas ganan no lo celebran poniéndose una camiseta de Pedrosa o de Marquez (motociclistas españoles)?".

Lo que a mí me llama la atención de todo esto es lo siguiente: que sea Alejandro Sanz el que critique que otra persona se quiera o no poner la camiseta de España. El señorito Alejandro Sanz debería callar y no abrir la boca sobre patriotismos... En cuanto tuvo cuatro duros se largó a Miami llevándose con él todas sus cuentas bancarias con el objetivo de pagar menos impuestos en España. Sólo aparece por España cuando saca disco y hay que venderlo, promociones y conciertos, como cualquier artista extranjero. Incluso se le investiga por un posible fraude a Hacienda a través de unas cuentas de Liechtenstein.

Así es el patriotismo de esta gente: la bandera, la camiseta de la selección, el polo con la banderita, el himno, y bla, bla, bla, pero si hay que arrimar el hombro para mejorar el país, es decir, pagando impuestos (como todo currante), para mejorar las condiciones de vida de los españoles a través de pensiones, hospitales, colegios, prestaciones para parados, etc. prefieren largarse a otro país donde tengan que pagar menos. Pero se llevan su banderita con ellos, y encima, tipos como Alejandro Sanz se permiten el lujo de arrojarle la bandera de España a la cara de Lorenzo.

No soy mucho de camisetas de la selección, ni me siento identificado con el himno ni con la bandera, pero tengo una cosa muy clara: mi concepto de patriotismo es totalmente diferente al que tiene Alejandro Sanz... y me considero más patriota español que él. Lo tengo muy claro. Tan claro que no necesito banderas, ni himnos ni camisetas de la selección para demostrarlo.

miércoles, 7 de julio de 2010

No permitamos que descarrile la huelga del Metro

(Esta entrada colectiva está siendo publicada en multitud de blogs contrarios al discurso único)

Aunque parezca mentira, hay gente que piensa que en el Metro hay camareros ofreciendo canapés a los usuarios, y que éstos se desplazan pisando una cómoda y mullida alfombra roja. Estas personas son los políticos que sólo bajan al metro a inaugurar las estaciones y a comerse los canapés que contratan con el dinero que luego quieren escamotear a quienes cada día hacen que el Metro funcione. También piensan tal cosa los magnates del periodismo patrio, que habitualmente viajan en taxi, y no saben que cuando ellos salen del suburbano, los torniquetes empiezan a funcionar, se cobra por entrar, y los camareros que un rato antes ofrecían canapés se transforman en viajeros agobiados por llegar a sus puestos de trabajo o a sus obligaciones cotidianas…

Los trabajadores y las trabajadoras del metro, en lucha por defender sus salarios, pero en lucha también, y quizás sobre todo por defender principios básicos de la democracia como la negociación colectiva, el derecho a la huelga y el propio principio de legalidad y seguridad jurídica, están siendo objeto estos días de una campaña tan poderosa como miserable en su contra, capitaneada por la Comunidad de Madrid que es patrón, juez y parte en esta batalla, y que cuenta con el apoyo del PP y del Gobierno de la Nación.

A este frente político-institucional se suma el conjunto de periódicos, radios y televisiones, tanto públicas como privadas, que ejecutan con gusto –como es habitual- una campaña de linchamiento social que tiene un claro tufo antisindical, e incluso antiobrero.

Pero los trabajadores y las trabajadoras del metro no están solos. Quienes nunca montan en metro tratan de ganarles el pulso, pero los usuarios y las usuarias del metro sabemos que aquello por lo que están luchando nuestros compañeros y compañeras es lo mismo por lo que quizás mañana tengamos que luchar nosotros y nosotras.

Quienes habitualmente viajamos en metro estamos con ellos, y queremos hacer uso de nuestros medios para hacérselo saber a nuestros compañeros y compañeras del metro, y para tratar de que el resto de usuarios de este medio de transporte comprenda que los responsables de las perjuicios que la huelga pueda causar no son los trabajadores, sino sino sus patronos, los políticos que atacan sus condiciones de trabajo y sus herramientas para defenderlas.

Quieren que la huelga descarrile en la hostilidad de los usuarios. No lo permitamos.