martes, 22 de octubre de 2013

TIRÓN DE OREJAS A ALBERTO GARZÓN

Ayer mismo, el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo tumbaba la irretroactividad de la aplicación de la conocida como "doctrina Parot", que permite aplicar las reducciones de pena por beneficios penitenciarios no en función del máximo de años que permite el Código Penal sino en función del número de años de la condena.

Esta sentencia supone la puesta inmediata en libertad de la etarra Inés del Río y podría abrir la puerta para la liberación de varios etarras más. Cabe recordar que la sentencia del Tribunal de Estrasburgo no supone la ilegalidad de la "Doctrina Parot" sino la irretroactividad en su aplicación, es decir, que a una persona que ya está juzgada por la legislación vigente en el momento del delito, no se le puede aplicar posteriormente una nueva ley o, como es el caso de la "Doctrina Parot", una nueva interpretación de la ley.

De esta forma, es totalmente lógico que nos hayan enmendado la plana desde Estrasburgo. Lo que no es lógico es que la falta de separación de poderes en España sea tan evidente que, a petición del Gobierno (primero del PP y luego del PSOE), el Tribunal Supremo se salte a la torera un principio legal básico de toda democracia y recogido en nuestra Constitución (artículo 9): la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras. Imagínense que por una carretera de 120 km/hora pasas a 110. No es sancionable. Pero que un mes después cambien el límite de velocidad de esa carretera a 100km/hora. No sería legal que te aplicaran la nueva normativa y te sancionaran por haber circulado un mes antes a 110. Esto es algo parecido, a nivel legal, claro, con lo sucedido con la "Doctrina Parot". Es obvio que no tiene nada que ver un exceso de velocidad con asesinar a decenas de personas... pero creo que el ejemplo puede ser clarificador. Y el Tribunal de los Derechos Humanos de Estrasburgo ha dejado a España avergonzada por incumplir tan claramente su propia Constitución y dejando claramente al descubierto la falta de separación de los poderes políticos y judiciales.

Nada más hacerse pública la sentencia del Tribunal de Estrasburgo, el diputado de IU Alberto Garzón escribía un tuit en el que decía: "Buena noticia: El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha reafirmado la condena a España por violar los derechos humanos en la Doctrina Parot". Tuit con el que, a pesar de estar totalmente de acuerdo, considero que, por estrategia política y de comunicación, debiera haber sido no escrito o, al menos, planteado de otro modo. Y es que, en democracia, además de tener la razón hay que saber transmitirla. Vemos como tanto desde PP como desde el PSOE ante cualquier tema que pueda ser comprometido, o esquivan tocar el tema u ofrecen buena palabras, aunque luego te acuchillen traperamente. Si les preguntan,el PP te vende la reforma de las pensiones o la laboral como un avance en los derechos de pensionistas y trabajadores, mientras el PSOE te suelta un discurso populista antibanca mientras rescata a los bancos e indulta banqueros o critica los recortes, pero aprueba la reforma del art. 135 de la Constitución que prioriza el pago de la deuda frente a los servicios públicos.

Sin embargo, en el caso del polémico tuit de Alberto Garzón, nadie le preguntó. Él, obviamente tiene libertad de expresión y ademas viene amparado por la razón y por un Tribunal de Derechos Humanos, pero a la ciudadanía española, que anda muy verde, por cierto, su tuit le suena a "alegrarse porque los etarras salgan de prisión". Es triste, pero es el nivel que tenemos en España. Y Alberto, un tío listo, debería saber que hay cuestiones que son peliagudas y que mucha gente no las piensa sino que las siente, o como dice un compañero, "las razonan con las tripas". Y este es uno de esos casos. No es una buena estrategia de comunicación unir las palabras "Buenas noticias" con un texto que implica la excarcelación de una etarra con decenas de muertos a sus espaldas. Y repito, el problema no es fondo, ya que comparto la visión de Alberto Garzón, sino la falta de estrategia comunicativa.

Y es que, un sólo tuit que "remueva alguna tripa" puede tirar por el suelo el trabajo de meses. Cuesta mucho ganarse la confianza de los electores pero puede costar un sólo tuit el perderla. Y eso, aun teniendo razón...

Y no quiero terminar este post sin condenar firmemente todas las amenazas sufridas por Alberto y desear que el peso de la ley caiga sobre quienes le han amenazado por el simple hecho de defender una sentencia de un Tribunal de Derechos Humanos.

miércoles, 2 de octubre de 2013

EL TABÚ DEL COMUNISMO

Hace unos días, volviendo del trabajo en el coche que compartimos entre varios currantes con el fin de hacer frente a los cada vez más insostenibles precios del combustible, uno de los compañeros afirmó que cuando lleguen las elecciones no va a saber a quién votar. Decía que él, habitual votante del PSOE, tenía claro que no iba a votar ni al PP ni al PSOE por ser "unos vendidos" a la banca, unos corruptos y haber abandonado a los trabajadores ante el empresariado. Decía también que UPyD le daba "más miedo que un nublado" por sus vaivenes políticos, el personalismo encarnado en Rosa Díez y por su ideario centro-derechista. Las únicas opciones que barajaba eran o no votar o votar a IU. Lo que más me llamó la atención fue su comentario: "pero es que IU suena a antiguo, a propuestas rancias"...

Supongo que IU suena a comunismo, a ideología, algo que nos han vendido como "el pasado". Nos han hecho creer que las ideologías ya no existen, como si las decisiones políticas no tuvieran que ver con ideologías sino con lógicas matemáticas totalmente asépticas, como si las cosas fueran así porque sólo pueden ser así y no pudiera haber alternativa.

Y ya no es sólo la denostación de las "ideologías" sino la denostación en concreto del comunismo. Tras 40 años de dictadura franquista en que todo lo malo que ocurría en la sociedad era a causa de "los comunistas", se acabó ofreciendo una imagen en que los comunistas era unos seres que encarnaban el mal, los enemigos de la patria a los que nadie ponía rostro, lo cual reforzaba los miedos generando imágenes distorsionadas como el coco o el hombre del saco para los niños. Pregunten a la personas mayores de 75/80 años y el sólo hecho de nombrar la palabra "comunista" les hará sentirse incómodos cuando no estremecerse...Y esto no queda aquí, sino que tras la dictadura, llevamos 35 años de "democracia" impregnada de cultura/propaganda norteamericana que nos llega desde el cine, películas y series de televisión, en las cuales el enemigo de los buenos siempre ha sido el "comunista", el ruso, el vietnamita, etc. siempre conspirando, vendiendo armas a terroristas, obsesionados por dinamitar EEUU o Europa o lanzar armas nucleares. Por suerte, los marines, el Presidente norteamericano o James Bond salvaban al mundo para mantener "la felicidad del mundo libre".

Y todo esto cala en el consciente de la gente y, lo que es peor en el inconsciente colectivo de la población.Cala poco a poco, sin darnos cuenta, como pequeñas gotas que con tiempo van mellando las más duras rocas. Y llegado a este punto da igual que el Partido Comunista de España recoja lo mejor de la historia antifascista y antifranquista o que agrupado bajo las siglas de IU haya sabido unirse a otros colectivos no comunistas (ecologistas, socialistas,incluso algunos cristianos) que luchan por mejorar los servicios públicos y las condiciones de vida de los trabajadores y garantizar los derechos sociales.

Y es cuanto menos curioso el escuchar hablar de IU como "antiguo" cuando lo antiguo es lo que hay en la actualidad en este sistema de capitalismo cada vez más salvaje: paro brutal, miedo a quejarse en el trabajo, miedo a ejercer el derecho a huelga o imposibilidad económica para llevarlo a cabo, miedo a coger una simple baja por enfermedad, libertad de los empresarios para incumplir los convenios colectivos en cuanto a salarios y horarios, horas extras no cobradas... y todo bajo la amenaza de que hay miles de personas detrás de tí dispuestas a ocupar tu puesto de trabajo si tú no tragas con esas condiciones deplorables. Esto sí que es antiguo y decimonónico. Por no hablar del desmantelamiento progresivo del Estado de Bienestar y los servicios públicos.

Curioso lo de "antiguo" teniendo en cuenta que IU basa su fuerza de voto en la población más joven (quizá por ese miedo al comunismo inculcado a generaciones más mayores). Curioso lo de "antiguo" cuando IU es la única fuerza política con representación parlamentaria que ofrece alternativas diferentes para garantizar los sistemas públicos de protección sin recurrir a la medida mecanicista y rancia del recorte. La lucha contra el fraude fiscal, la auditoría de la deuda pública, al aumento del SMI y de los salarios con el fin de aumentar el consumo y las cotizaciones sociales,e incluso el debate sobre la permanencia o no en el euro, etc. son algunas de estas propuestas que no tienen nada de antiguas sino que se convierten casi en revolucionarias ya que no entran en el programa de ninguno de los grandes partidos.