El 1 de enero de 1959 La Habana se echó a la calle para recibir como a héroes a un pequeño grupo de jóvenes rebeldes que habían conseguido derrocar la dictadura de Fulgencio Batista. El líder de esos jóvenes no era otro que Fidel Castro, quien junto con sólo 81 hombres, entre ellos su hermano Raúl, Camilo Cienfuegos y Ernesto "Che" Guevara, había comenzado una revolución a la que se fueron sumando amplias capas de la población cubana.
Desde entonces, la historia de Cuba cambió, de colonia española y protectorado estadounidense a país soberano (con la excepción de la base de Guantánamo que parece recordar etapas coloniales). Muchas cosas cambiaron: nacionalización de los sectores estratégicos, reforma agraria de los grandes latifundios, implantación de una educación y sanidad pública sin parangón en toda América Latina, etc. Pero no es mi intención hacer un resumen de la historia de la Revolución Cubana, con sus luces y sus sombras, sino que lo pretendido es analizar la situación de Cuba en la actualidad.
Para empezar, bastante es poder hablar de la pervivencia de un país vilmente bloqueado durante casi 50 años. Sin embargo ahora parece que Cuba puede vivir uno de sus mejores momentos: América Latina ha girado a la izquierda, pero a una izquierda que quiere cambios, que se cuestiona el sistema económico y social. Destaca el papel de Venezuela y Bolivia (¿alguien había oído hablar de estos países antes de la llegada de Chavez y Evo Morales? ¿Suena Carlos Andrés Perez? ¿Hugo Banzer? ¿suena el denominado "Caracazo"? Criminales y corruptos, pero parece que molestaban menos que Chavez y Evo, o al menos eran más serviles). También Ecuador y Nicaragua son nuevos aliados de Cuba, pero tienen menos que ofrecer a nivel económico. La creación del ALBA (Alternativa Bolivariana para América Latina) como respuesta al ALCA (Área de Libre Comercio, creada por EE.UU) muestra la primacía de lo social sobre lo económico y comienza a suscitar simpatías entre distintos países de la zona. Algo parece moverse en América Latina, y si no hubiera sido por el tongo que se montó en las últimas elecciones mexicanas, quizás el PRD estaría en el poder. Sólo falta que aparezca Marcos desde Lacandona...
También Brasil, el país más poderoso de toda Latino América, parece que cada vez se va acercando más a las tesis izquierdistas que llevaron a Lula al poder y que éste parecía haber olvidado en los últimos años. Lula debe ser el interlocutor que acerque a Cuba al mundo, que medie para el fin del bloqueo, y ya ha comenzado a asumir ese papel, solicitando a Obama el levantamiento de la vergonzosa Ley Helms-Burton. La pelota está en el tejado de la Casa Blanca.
Por otro lado, la crisis financiera global, parece haber hecho recordar las incongruencias de un sistema económico frágil e injusto, en el que la avaricia de unos pocos acaba generando pobreza a muchos. Lula ya ha dado un paso al frente diciendo que "si cuando había beneficios no se repartían con el pueblo, ahora que hay pérdidas que tampoco éstas se repartan" (ojalá "nuestro" ZP pensara lo mismo). Recientemente el diario Público entrevistaba a un librero que decía que se habían vendido más libros de Marx en los últimos 6 meses que en los últimos 10 años, lo cual se achacaba a la búsqueda de alternativas ante la crisis global.
Tras el paso de Fidel a un segundo plano, Raúl ha comenzado una pequeña apertura en la isla en cuanto a aspectos económicos, los cuales han sido recibidos con desgana por la comunidad internacional. Las elecciones libres acabarán llegando, antes o después, lo importante es que el destino de los cubanos se dirija desde Cuba y no desde Washington. Y los EE.UU no van a dejar pasar la oportunidad de encumbrar a un gobierno afín en La Habana, lo llevan haciendo por todo el mundo durante siglo y medio a base de misiles o de dólares. Lo de los misiles en Cuba acabó en Bahía Cochinos. Quedan los dólares de la CIA. ¿Y si aún así ganaran las elecciones los afines a la Revolución? Decía Kissinger, antiguo Secretario de Estado de los EE.UU y premio Nobel de la Paz (manda huevos) "no podemos permitir que un país se haga marxista sólo por la irresponsabilidad de su gente". Que pregunten a Allende.