Hace no muchos años por unas navidades o por un cumpleaños, no recuerdo, mi hermana me preguntó que qué quería de regalo. Mirándome incrédula cuando la pedí las memorias de Carrillo, que acababa de reeditar, musitó: "Hijo, qué cosas más raras lees...".

La lectura de las memorias de Santiago Carrillo me dejó varias impresiones, desde la capacidad de memoria y la amena manera de contar su historia personal hasta cierta presuntuosidad a la hora de decir continuamente que él sabía lo que iba a pasar, cual gurú que analiza a toro pasado. Es un libro recomendable en el que cuenta sus relaciones o sus visiones de personajes como la Pasionaria, Fidel Castro, Felipe González, Franco, Ceauscescu, Stalin, Semprún, Anguita, Fraga, el Ché... todo un repaso al siglo XX.
Ayer Carrillo murió tranquilamente en su domicilio de Madrid, casi sin enterarse, sin dolor y con total lucidez, una lucidez de la que siempre ha hecho gala y que ha mantenido intacta. Los lunes se le podía escuchar por las tardes en la Cadena Ser y se estuviera o no de acuerdo con sus afirmaciones y análisis, no cabía duda de que tenía una mente privilegiada que ya la quisieran para sí muchos jóvenes diputados.
Carrillo fue una figura controvertida, odiado por la derecha como lider comunista y acusado de los hechos de Paracuellos, y en parte considerado traidor por los comunistas por su personalismo y afán de poder, y por su viraje ideológico y su política de reconciliación durante la llamada "Transición", que fue vista desde sectores marxistas como una renuncia a los ideales comunistas y que ahora es aplaudida desde la Casa Real, el PP y el PSOE así como por los mass medias.
Carrillo luchó en la Guerra Civil y tuvo que exiliarse, siendo junto a la Pasionaria los dos principales dirigentes del PCE. La Pasionaria era el corazón y Carrillo el que "partía el bacalao". Carrillo a finales de los ´60 se desligó de la URSS, apoyó la Primavera de Praga denunciando la intervención del Pacto de Varsovia y ya en los 70 creó, junto al italiano Berlinger y al francés Marchais, lo que se dió en llamar "eurocomunismo", una revisión del comunismo desligada del marxismo-leninismo, aceptando el sistema "democrático" y pluripartidista de las "democracias occidentales". En esos años, muchos comunistas fueron apartados del Partido por Carrillo, lo que supuso la disgregación de parte del PCE con escisiones de históricos como Líster, quien llegó a culpar a Carrillo de entregar a Julián Grimau a la policía franquista y de excesiva connivencia con el régimen durante la "transición".

Carrillo, decía que por coherencia, nunca se afilió al PSOE aunque llegó a pedir el voto para Zapatero. Sin embargo acabó desencantado con éste por su giro derechista. Figura controvertida pero indudablemente histórica dentro del comunismo español. Santiago Carrillo falleció ayer. Descanse en paz.