miércoles, 2 de octubre de 2013

EL TABÚ DEL COMUNISMO

Hace unos días, volviendo del trabajo en el coche que compartimos entre varios currantes con el fin de hacer frente a los cada vez más insostenibles precios del combustible, uno de los compañeros afirmó que cuando lleguen las elecciones no va a saber a quién votar. Decía que él, habitual votante del PSOE, tenía claro que no iba a votar ni al PP ni al PSOE por ser "unos vendidos" a la banca, unos corruptos y haber abandonado a los trabajadores ante el empresariado. Decía también que UPyD le daba "más miedo que un nublado" por sus vaivenes políticos, el personalismo encarnado en Rosa Díez y por su ideario centro-derechista. Las únicas opciones que barajaba eran o no votar o votar a IU. Lo que más me llamó la atención fue su comentario: "pero es que IU suena a antiguo, a propuestas rancias"...

Supongo que IU suena a comunismo, a ideología, algo que nos han vendido como "el pasado". Nos han hecho creer que las ideologías ya no existen, como si las decisiones políticas no tuvieran que ver con ideologías sino con lógicas matemáticas totalmente asépticas, como si las cosas fueran así porque sólo pueden ser así y no pudiera haber alternativa.

Y ya no es sólo la denostación de las "ideologías" sino la denostación en concreto del comunismo. Tras 40 años de dictadura franquista en que todo lo malo que ocurría en la sociedad era a causa de "los comunistas", se acabó ofreciendo una imagen en que los comunistas era unos seres que encarnaban el mal, los enemigos de la patria a los que nadie ponía rostro, lo cual reforzaba los miedos generando imágenes distorsionadas como el coco o el hombre del saco para los niños. Pregunten a la personas mayores de 75/80 años y el sólo hecho de nombrar la palabra "comunista" les hará sentirse incómodos cuando no estremecerse...Y esto no queda aquí, sino que tras la dictadura, llevamos 35 años de "democracia" impregnada de cultura/propaganda norteamericana que nos llega desde el cine, películas y series de televisión, en las cuales el enemigo de los buenos siempre ha sido el "comunista", el ruso, el vietnamita, etc. siempre conspirando, vendiendo armas a terroristas, obsesionados por dinamitar EEUU o Europa o lanzar armas nucleares. Por suerte, los marines, el Presidente norteamericano o James Bond salvaban al mundo para mantener "la felicidad del mundo libre".

Y todo esto cala en el consciente de la gente y, lo que es peor en el inconsciente colectivo de la población.Cala poco a poco, sin darnos cuenta, como pequeñas gotas que con tiempo van mellando las más duras rocas. Y llegado a este punto da igual que el Partido Comunista de España recoja lo mejor de la historia antifascista y antifranquista o que agrupado bajo las siglas de IU haya sabido unirse a otros colectivos no comunistas (ecologistas, socialistas,incluso algunos cristianos) que luchan por mejorar los servicios públicos y las condiciones de vida de los trabajadores y garantizar los derechos sociales.

Y es cuanto menos curioso el escuchar hablar de IU como "antiguo" cuando lo antiguo es lo que hay en la actualidad en este sistema de capitalismo cada vez más salvaje: paro brutal, miedo a quejarse en el trabajo, miedo a ejercer el derecho a huelga o imposibilidad económica para llevarlo a cabo, miedo a coger una simple baja por enfermedad, libertad de los empresarios para incumplir los convenios colectivos en cuanto a salarios y horarios, horas extras no cobradas... y todo bajo la amenaza de que hay miles de personas detrás de tí dispuestas a ocupar tu puesto de trabajo si tú no tragas con esas condiciones deplorables. Esto sí que es antiguo y decimonónico. Por no hablar del desmantelamiento progresivo del Estado de Bienestar y los servicios públicos.

Curioso lo de "antiguo" teniendo en cuenta que IU basa su fuerza de voto en la población más joven (quizá por ese miedo al comunismo inculcado a generaciones más mayores). Curioso lo de "antiguo" cuando IU es la única fuerza política con representación parlamentaria que ofrece alternativas diferentes para garantizar los sistemas públicos de protección sin recurrir a la medida mecanicista y rancia del recorte. La lucha contra el fraude fiscal, la auditoría de la deuda pública, al aumento del SMI y de los salarios con el fin de aumentar el consumo y las cotizaciones sociales,e incluso el debate sobre la permanencia o no en el euro, etc. son algunas de estas propuestas que no tienen nada de antiguas sino que se convierten casi en revolucionarias ya que no entran en el programa de ninguno de los grandes partidos.

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