Hay partes del manifiesto que han realizado estos artistas que son totalmente ciertas, sobre todo en lo referente a la falta de apoyo de las Administraciones (más que falta de apoyo, persecución) a los locales y espacios para realización de conciertos, sobre todo de rock. También es cierta la importancia de la música, que en ocasiones, se nos meten en lo más hondo y pasan a formar parte de la banda sonora de nuestra vida. Lógicamente hay que defender los derechos de los artistas, de los trabajadores de la música, los obreros de la música. Pero ellos, ¿son artistas o son obreros?Porque ningún obrero cobra derechos de autor una vez hecho su trabajo. ¿Cobra un albañil cada vez que alguien entra en un edificio fabricado por él?
Creo que muchos artistas están totalmente equivocados sobre quién es su enemigo. La piratería no es enemigo del artista sino de las discográficas. Muchos artistas se han dado cuenta de que la "guerra contra la piratería" no va con ellos, sino con las compañías de la industria musical. ¿Cuál es el beneficio que saca un artista de cada CD que publica?. Quizá no llegue ni a un euro. Los músicos viven de sus conciertos, y a sus conciertos, ¿quienes asisten? aquellas personas que conocen su música y les gusta los suficiente para pagar por ver un directo. Internet ha popularizado la música de grupos desconocidos o grupos de los que no conoceríamos toda su obra porque nadie compra un CD de un grupo desconocido o no compraríamos toda la discografía de un grupo del que hemos oído un par de canciones. Sin embargo, con internet el público tiene acceso a todos los grupos y puede decidir acudir a sus conciertos.
Debemos tener en cuenta que las discográficas dificilmente apuestan por artistas desconocidos (a no ser que estén "apadrinados"), y cuando lo hacen, les imponen unas condiciones abusivas, como siempre han denunciado la mayoría de grupos en el momento de iniciarse en el mundo de la música. Y qué decir de los grupos con letras comprometidas cuya crítica social pueda molestar a los directivos de las discográficas, muchas de ellas multinacionales. Imposible que se les promocionen sus discos. Estos grupos viven de la carretera, de hacerse un hueco en locales y bares, de que funcione el "boca a boca", antes vivían de las copias de los cassettes y ahora... de internet y del intercambio de archivos. Y de esos conciertos viven, y en cuanto pueden montan su propia productora para publicar sus discos, para no someterse a los intereses de las discográficas.
Dice el manifiesto contra la piratería que ésta hace daño a los artistas. No, sólo hace daño a las discográficas y a algunos "artistas", sobre todo a los que viven de la promoción que éstas les hacen, todo el día machacando en la radio y en programas del "establishment" y que sólo dan "cuatro" conciertos al año. Hay grupos cuyas compañías no quisieron promoverles sus discos en América Latina, pero gracias a internet, su música es conocida al otro lado del "charco" y realizan giras por aquellos países (así lo reconoció el propio Luis Eduardo Aute, quien ahora sorprende firmando este manifiesto).
Así lo vieron grupos como Metallica, que si bien en principio denunciaron la piratería (en concreto a la web Napster), al final se dieron cuenta de que les venía bien. Metallica es el grupo que más conciertos ha realizado en EE.UU. en las últimas dos décadas y es el grupo estadounidense que más giras ha realizado por Europa. Trabajando, dando conciertos, ganan su dinero, no con las ventas de sus discos.
Me ha sorprendido encontrar entre los firmantes del manifiesto a Carlos Chaouen, a Benito Kamelas (quien al parecer ha explicado que lo firma el cantante a título personal), Aute y Celtas Cortos. No me ha sorprendido ver a Mago de Öz (promocionados "a saco" por su discográfica), ni a Rosario, Bosé y demás gente que viven del dinero de los ayuntamientos afines y de la promoción machacante de cada una de sus canciones. Obviamente tampoco sorprende ver a todos "los triunfitos" que saben que su futuro está ligado al de su discográfica, ya que sin márketing ni promoción no serían nadie.
Por otra parte me alegra comprobar cómo se han negado a firmarlo grandes artistas como Amaral (que arremeten contra las discográficas cada vez que les dejan hablar), Sabina (conocida fue su enganchada con Ramoncín), y cómo no otros grupos que hacen la guerra por su cuenta al margen de promociones y márketing discográfico pero que siguen en la brecha desde hace más de 20 años: Reincidentes, Rosendo, Barricada, Boikot, etc, todos los cuales gozan de un buen momento musical y realizan giras internacionales gracias a la difusión de su música, entre otras cosas, por internet.
Y otro día, hablamos de la SGAE...
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