martes, 4 de mayo de 2010

GRECIA COMO PARADIGMA

El ejemplo de Grecia nos sirve como paradigma de las diferencias existentes entre las políticas económicas de la derecha conservadora y las políticas económicas de los socialdemócratas, socialistas, o "progresistas", como les gusta hacerse llamar.

Grecia, un país al borde del colapso, que necesita de ayudas de emergencia de los países de la UE y del Fondo Monetario Internacional, ya ha comenzado a tomar las medidas "adecuadas" para ir poniendo fin a su particular crisis. Los gobernantes de todos los países europeos, tanto conservadores como socialdemócratas, han coincidido en que Grecia está tomando el camino correcto, a saber: reducción del número de funcionarios, reducción de salarios, reducción de gasto social, reducción de las pensiones, se retrasará la edad de jubilación, aumento de los años cotizados para acceder a una pensión y un aumento de impuestos, destacando el del IVA, el impuesto que pagamos todos por igual, ricos y pobres. También se elimina el límite de despidos que un empresa puede realizar en un mes.

Todas estas medidas tomadas sin ninguna negociación con los representantes de los trabajadores. Todas estas medidas realizadas por un gobierno socialista. Comprobamos, una vez más, que gobernando la derecha o los socialistas (qué diría Marx si viera el uso que de esta palabra hacen los socialdemócratas), el resultado es el mismo: las crisis las pagan los trabajadores, justo los que menos culpa tienen. Esa es la diferencia de la política económica de conservadores y socialdemócratas: ninguna.

"Las circunstancias mandan", "el mercado lo requiere", dicen. Si quien manda es el mercado y no los gobernantes (algo que hoy por hoy todo el mundo acepta, desde los catedráticos de economía a cualquier ciudadano de a pie), si los representantes de los ciudadanos tienen las manos atadas frente al gran capital económico y financiero, habrá que preguntarse qué clase democracia tenemos. El problema no son las diferencias que existen si gobiernan conservadores o progresistas, el problema es el denominador común de ambos: el capitalismo. Un capitalismo que, gobernando unos u otros, sigue aumentando las diferencias sociales y que en época de crisis acaba con lo que difícilmente sobrevivía a sus épocas de bonanza.

La situación en Grecia es alarmante, crítica, y los trabajadores han salido a la calle en varias huelgas generales para luchar por sus derechos y no convertirse en los únicos que van a pagar las consecuencias de una crisis generada por el capital financiero y la falta de regulación de los poderes públicos. En Grecia el paro está en el 11%, en España andamos ya por el 20% y todos metidos en casa, observando la realidad como si fuera una película en 3D.
Los sindicatos mayoritarios tratan de calmar a los trabajadores, haciéndoles ver que el Gobierno se preocupa por ellos y que peor sería si gobernara el PP. Curioso que mientras los trabajadores claman por una huelga general, los sindicatos (supuestos encargados de alentar y canalizar la movilización obrera) sean los que traten de frenar a los trabajadores. Recientemente, en la manifestación del 1 de Mayo de Madrid, mientras el Secretario General de la UGT, Cándido Méndez, hablaba de las bondades del Gobierno de Zapatero, los trabajadores congregados en la Puerta del Sol, gritaban alentando una huelga general. Desde Grecia, desde el mismísimo Partenón, como vemos en la foto, los trabajadores y los miembros del KKE (Partido Comunista Griego) también hacen un llamamiento a la movilización de los trabajadores europeos. Aquí, también desde el PCE, IU, y otros movimientos y sindicatos de izquierda (CGT, CNT, etc) también tratan de movilizar a los trabajadores, pero mientras que los sindicatos mayoritarios (CCOO y UGT) continúen con su seguidismo al Gobierno y dando la cara por él, poco hay que hacer.

Entre la desidia de la mayoría de la población y el servilismo de los grandes sindicatos hacia Gobierno, seguiremos esperando a que pase el temporal, metidos en casa, y cuando pase la tormenta podremos volver a la normalidad, aunque muchas personas habrán perdido sus casas, sus trabajos, y todos habremos visto reducidos nuestros derechos como trabajadores, desde el aumento de la flexibilidad laboral (las ETT´s van a poder entrar al sector público) hasta las facilidades del empresario para el despido (reducción de los costes de tramitación y aumento de fondos para el FOGASA, para que entre todos paguemos los despidos de los empresarios...), por no hablar del futuro aumento de la edad de jubilación.


Pero bueno, mientras tanto seguiremos metiditos en casa, criticando a gobiernos, empresarios y sindicatos... pero sin mover el culo del sofá y plantando lechugas en Farmville, donde, al menos, no nos estropeará la cosecha ningún cementerio nuclear.

Grecia es un paradigma de las medidas de los gobiernos capitalistas, conservadores o progresistas, para salir de una crisis generada por el propio sistema (mermar el Estado de Bienestar y reducir derechos a los trabajadores), pero también es un paradigma del conflicto de clases: el capital campando a su antojo y el Estado defendiendo el interés del capital frente al interés de los trabajadores, algo que sucede habitualmente pero que en épocas de crisis se hace más evidente.

No hay comentarios: